viernes, 16 de noviembre de 2012

La situación de los desechos hospitalarios en Guatemala


Los avances que se han logrado en materia ambiental en el país, aunque con sus respectivas deficiencias, han sido relevantes. El manejo adecuado de los desechos hospitalarios es un claro ejemplo del avance que se ha logrado,principalmente porque existe el Reglamento para el Manejo de Desechos Sólidos Hospitalarios y teóricamente, estos desechos ya no tienen que llegar en ningún momento a los botaderos del país. El encargado de velar por el cumplimiento del Reglamento es el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social, según el Acuerdo Gubernativo No. 509-2001. El Ministerio de Salud cuenta con un listado de consultores expertos en desechos sólidos hospitalarios, los cuales llevan a cabo los planes de manejo de los mismos, quienes también imponen las sanciones a quienes no cumplan, distintos a los consultores del MARN, quienes realizan los instrumentos de evaluación de impacto ambiental.

La importancia del manejo adecuado de este tipo de desechos radica en que los bioinfecciosos potencialmente podrían desatar epidemias o enfermedades crónicas, tal es el caso de enfermedades como VIH-SIDA, tuberculosis, entre otras. Para cumplir con los objetivos del reglamento, en el mismo se regulan los aspectos relacionados con la generación, clasificación, almacenamiento, transporte, tratamiento y disposición final de los desechos que por su naturaleza están considerados como desechos peligrosos, especialmente, tóxicos, radiactivos o con elementos patógenos; así como las características de las empresas de disposición, las cuales deberán presentar el respectivo estudio de evaluación de impacto ambiental y su licencia de operación. Es importante mencionar que la red de cobertura del manejo adecuado de desechos hospitalarios en el país, incluye hospitales generales y especializados, centros de salud, hospitales y clínicas privadas (médicas y veterinarias).

En Guatemala existen actualmente dos empresas autorizadas que se dedican a la eliminación de desechos hospitalarios (Ecotermo y BioTrash), las cuales son contratadas en caso de que no se cumpla con el Artículo 8 del reglamento, el cual obliga a los entes generadores a tener incineradores operando como se indica también el reglamento. De lo anterior surgen las siguientes preguntas ¿Qué porcentaje de instituciones de salud del país (especialmente las áreas más recónditas) tiene acceso a la cobertura de los servicios que brindan las empresas privadas y de qué forma opera? ¿Qué porcentaje de instituciones de salud del país tiene su propio incinerador y de qué forma opera? ¿Realmente se separan los desechos hospitalarios correctamente dentro de las instalaciones de los hospitales y demás instituciones de salud? De las preguntas anteriores se puede deducir lo fatal, pues si en muchos lugares del país  los basureros clandestinos reinan, ¿Por qué tendría que haber un manejo adecuado de desechos hospitalarios? Y surge este cuestionamiento porque existe contaminación al suelo, al agua, al aire, produciendo efectos crónicos, entonces la contaminación y los impactos generados no pueden ser más que negativos.
De la red hospitalaria nacional (47 hospitales), pocos tienen incineradores y definitivamente no cumplen con el Reglamento y surgen a la mente alternativas, como por ejemplo, si en cada hospital nacional existiera una planta incineradora que funcione de forma ideal, se podrían obtener recursos energéticos para abastecer los focos ahorradores del sector administrativo del hospital y así hacer un aprovechamiento de los residuos. Pero la pregunta es ¿A quién le interesa hacer una inversión de esa magnitud, cuando el presupuesto de salud en Guatemala siempre es motivo de discordia? Y es que es bien sabido que el área de salud, es uno de los principales ejes en el ámbito social, político, demográfico y cultural del país. Al principio del presente documento se decía que los desechos hospitalarios teóricamente no tendrían que llegar al basurero, pues la ley lo prohíbe, pero en la práctica se sabe que sí llegan, aunque esta situación quiera esconderse. El funcionamiento ideal del Reglamento (como la mayoría de Leyes, Acuerdos Gubernativos y Reglamentos en Guatemala) vendrá cuando las capacitaciones de su manejo adecuado se den a nivel nacional, cuando todos los entes interesados formen sus respectivos comités y principalmente cuando la importancia de los efectos e impactos a la salud humana y al medio ambiente, respectivamente, llegue a la conciencia de todos los sectores involucrados, puesaunque existen avances, aún falta un gran camino por recorrer.

Beatriz Ramirez

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