Cabe
empezar preguntándonos ¿Para que la educación ambiental?, esta nueva disciplina
que ha ido teniendo relevancia en las ultimas décadas contiene dos términos, el
primero es el componente educativo, el cual nos da las herramientas de
comunicación con las comunidades, nos permite transformar lenguajes científicos
en lenguajes sencillos que puedan ser apropiados y entendidos por los
diferentes grupos sociales, segundo el componente ambiental intenta reconstruir
estas relaciones formadas por el hombre con la naturaleza.
La
educación ambiental se ha concebido como una estrategia para proporcionar
nuevas maneras de generar en las personas y en las sociedades humanas cambios
significativos de comportamiento y de valores culturales, sociales, políticos,
económicos y relativos a la naturaleza, al mismo tiempo busca propiciar la
participación activa de los individuos; reflejándose en una mejor intervención
humana en el medio y como consecuencia una adecuada calidad de vida. Desde esta
concepción es que en las últimas décadas se ha puesto la confianza en el
proceso educativo para contribuir a la solución de los problemas ambientales.
El propósito de la educación ambiental es lograr
que los distintos sectores y grupos que integran el conjunto de la sociedad
participen conscientemente en la prevención y solución de los problemas
ambientales a través de los siguientes aspectos:
Ø CONCIENCIA:
Para adquirir un conocimiento y sensibilización ante el ambiente y los
problemas sociales.
Ø ACTITUDES:
Para adquirir valores sociales y sentimientos de interés por el ambiente y
motivación para participar activamente en su protección y mejoramiento.
Ø CONOCIMIENTO:
A fin de obtener una variedad de experiencias para el cuidado del ambiente.
Ø APTITUDES:
Con el objeto de desarrollar aptitudes para trabajar en la solución de los
problemas ambientales, así como en la promoción del diálogo entre los
diferentes grupos sociales.
Ø PARTICIPACIÓN:
Que tiene como meta desarrollar el sentido de responsabilidad social con
respecto a los problemas ambientales a fin de asegurar la participación
informada en la solución.
La educación ambiental es una estrategia
de gestión para el desarrollo ambiental sustentable ya que proporciona las
líneas base para promover la participación comunitaria, ésta se puede lograr a
través de una adecuada información desde el gobierno a la población ya que la
participación se debilita cuando no se cuenta con la adecuada información,
donde se analiza la realidad de la
problemática.
El gobierno, las instituciones y los
líderes comunitarios juegan un importante papel en la educación ambiental, ya
que es indispensable que la población conozca las propuestas de los gobiernos,
financiamiento, servicios públicos, los recursos existentes y las potencialidades
para su aprovechamiento. Es necesaria la difusión de estadísticas, de datos de
gobierno, de folletos informativos, de guías turísticas que permitan a la población conocer mejor su propio entorno y las políticas
que lo modifican; y así en coordinación con las autoridades de gobierno,
municipales y comunales entren en coordinación con la población y así puedan
desarrollar múltiples proyectos.
La educación ambiental no es un asunto
que sólo compete solo a un grupo de personas o sólo a las autoridades de gobierno, municipalidades y
líderes de comunidades, se necesitan hacer sinergias y sumas de esfuerzos en
donde nos involucremos diferentes grupos de estratos sociales, étnicos y
ocupacionales.
Es muy importante que la educación
ambiental se llegue a promover a nivel educativo (pre-primario y básico) tanto
en instituciones públicas como privadas, y que sea parte del pensum académico.
La sinergia entre los responsables
(gobierno) y la población (centros educativos y comunidades, entre otros.) permitirá
realizar acciones en conjunto que promuevan la responsabilidad y respeto hacia
nuestro hogar, el ambiente que nos rodea.
Con relación a lo anterior podrían ser
desde el manejo adecuado de residuos
sólidos, proyecto de reforestación y su
cuidado previo y atención a la vegetación en espacios públicos.
Pláticas y talleres informativos sobre
los problemas ambientales por los que atraviesa el planeta y de creación de
valores como el reconocimiento de la biodiversidad de nuestro entorno, de la interacción
entre la población y la naturaleza, de eventos de difusión pública y
vinculación con otros centros educativos y población.
Las instituciones de gobierno, sociedad
civil, empresas privadas y educativas involucradas, y las mismas comunidades de
su entorno, deben realizar el ejercicio de colaboración como una forma de
contribución al cuidado del ambiente y darle continuidad a largo plazo.
Así que es momento de asumir
responsabilidades y compromisos con el ambiente que nos rodea y ser partícipes y colaborar en la reconstrucción y
cuidado de la naturaleza; recordando que no somos dueños de la naturaleza, si
no que formamos parte de ella.
Ivonne Urbina
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